Rh Negativo: ¿Sangre de dioses, ADN extraterrestre o mutación natural? (Parte 1)

Diferencias y características de los grupos sanguíneos y el factor Rh


Rh Negativo: ¿Sangre de dioses, ADN extraterrestre o mutación natural? (Parte 1) header

  1. Hipótesis sobre el Rh negativo: ¿Sangreal, agente alienígena o mutación natural?
    1. ¿Por dónde empezamos a investigar el factor Rh?
  2. Sistema ABO: Diferencias entre los grupos sanguíneos A, B, AB y O
    1. Transfusiones sanguíneas, donante universal y receptor universal
  3. Factor Rhesus: Diferencias entre Rh positivo y Rh negativo

Hipótesis sobre el Rh negativo: ¿Sangreal, agente alienígena o mutación natural?

En una conversación reciente, alguien me hizo poner el foco de atención en los grupos sanguíneos y, más concretamente, en el factor Rh negativo. Al googlear sobre esta cuestión, me topé de inmediato con un torbellino de conjeturas relacionadas con el tema del misterio. Y no es de extrañar pues, cuando indagamos en la parte más cientificista de la cuestión, encontramos tantas preguntas que la ciencia aún no puede responder que la brecha de la especulación se abre ampliamente, dando paso a todo tipo de hipótesis. Aunque los pormenores de estas hipótesis varían enormemente, lo cierto es que, en la base, siguen dos líneas principales radicalmente contrapuestas. Éstas asocian el Rh negativo, o bien a la sangre de los auténticos dioses de los que desciende el ser humano (más conocida como «Sangreal» o «Santo Grial»), o bien a un agente genético introducido por extraterrestres para corromper el ADN humano y usarnos como esclavos; es decir, al agente corruptor de la Sangreal. Más adelante trataremos estas hipótesis con más detalle. Pero, de momento, ya podemos ver que son totalmente opuestas.

Ante tal encrucijada, ¿cómo saber cuál de las dos hipótesis es más susceptible de ser cierta? ¿Existe algún fundamento plausible en alguna de ellas o no son más que desvaríos de los amantes del misterio?

Huelga decir que, por el momento, no disponemos de medios que demuestren estas hipótesis más allá de toda duda razonable. Y, aunque lo hiciéramos, los buscadores de la verdad sabemos bien que no se divulgarían (ya sabemos cómo funciona el mundo). Pero sí podemos sacar nuestras propias conclusiones en base a los estudios de la ciencia moderna, por limitada que ésta se encuentre, al menos en lo que es de dominio público. Esto nos va a permitir descartar gran parte de las hipótesis que pululan por internet.

¿Por dónde empezamos a investigar el factor Rh?

Como es obvio, por la ciencia. Especular sin tener una base científica sólida a este respecto, nos convertiría en meros charlatanes y no es lo que queremos. La idea es utilizar todo el conocimiento a nuestro alcance para poder construir una hipótesis lo más fiable posible. Para tal fin necesitaremos, no sólo observar los datos probados que nos ofrece la ciencia, sino también valorar sus propias hipótesis. Y sí, digo bien hipótesis. Incluso en el ámbito de la ciencia, todavía hay cientos de incógnitas en lo que respecta a la sangre y a la genética en general, por lo que muchas de sus explicaciones no pueden ser consideradas probadas. O sea que, en realidad, algunos de sus argumentos, al igual que los del mundo del misterio, también cabalgan sobre la especulación (más o menos fundados, eso ya es harina de otro costal).

Antes de empezar, es conveniente explicar que la hipótesis que ofrece la ciencia es que el Rh negativo se produjo como consecuencia de una mutación genética natural y que, a pesar de no presentar ninguna ventaja evolutiva conocida (más bien todo lo contrario), se extendió como consecuencia de la heredabilidad genética. Más adelante trataremos este tema en profundidad, pero ya os puedo adelantar que la hipótesis se sostiene con alfileres. No es que sea imposible, pero sí altamente improbable, sobre todo si nos basamos en la estadística, tan amada ella por la ciencia moderna.

Y digo más. Tras mucho leer sobre investigaciones científicas pasadas y recientes, y documentarme con solidez sobre los mecanismos de heredabilidad del sistema ABO y del factor Rh, la ciencia misma me conduce hacia una conclusión firme: los grupos sanguíneos con factor Rh negativo no deberían existir. Y, de entre ellos, los grupos AB- y O-, con mucha más razón. Aunque, para el caso que nos ocupa, me centraré en O-. Más adelante veremos por qué.

Más allá de la razonable pregunta «¿De dónde procede el Rh negativo?», que es la que levanta la polvareda de conjeturas de los investigadores del misterio, cabe hacerse otra igualmente importante, si no más: «¿Cómo es posible que los humanos con Rh negativo y, más en concreto, los AB- y O-, no se hayan extinguido?».

Quizá la respuesta a esta pregunta arroje más luz sobre la controvertida cuestión de la procedencia del Rh negativo. Pero, para responderla, tendremos que dar un paseo por los fundamentos científicos necesarios.

Sistema ABO: Diferencias entre los grupos sanguíneos A, B, AB y O

Probablemente, muchos de vosotros ya entendáis estos conceptos del sistema ABO, pero los vuelvo a explicar porque es fundamental para entender el resto de las cuestiones que pretendo plantear, sobre todo porque llegará un momento en que mis argumentos empezarán a complicarse.

Para resumir, diremos que la diferencia entre los 4 grupos sanguíneos predominantes (A, B, AB, y O) radica en los antígenos que recubren sus glóbulos rojos (también llamados eritrocitos o hematíes) y en los anticuerpos que contiene su plasma. Por simplificar al máximo, diremos que los antígenos son una especie de marcador que indica al sistema inmunitario si una sustancia es segura o no. Si no la reconoce como endógena (propia del organismo huésped) o la identifica como un agente extraño –y, por lo tanto, potencialmente peligroso–, el sistema inmunitario responderá, enviando los anticuerpos correspondientes para atacar a la sustancia invasora.

Veamos entonces cuáles son las diferencias que distinguen a cada uno de los grupos sanguíneos:

Diferencias entre los grupos sanguíneos A, B, AB y O

Como vemos, el resumen es el siguiente:
  • Grupo sanguíneo A: Contiene el antígeno A (que indica al sistema inmunitario que es una “sustancia amiga”) y el anticuerpo Anti B (soldaditos que atacarán a las células marcadas con el antígeno B).
  • Grupo sanguíneo B: Contiene el antígeno B y el anticuerpo Anti A.
  • Grupo sanguíneo AB: Contiene los dos antígenos y ningún anticuerpo (reconoce las dos como “sustancias amigas” y no dispone de soldaditos que las ataquen).
  • Grupo sanguíneo O: Contiene los dos anticuerpos y ningún antígeno (no reconoce a ninguna como “sustancia amiga” y sus soldaditos están listos para atacar a cualquiera de ellas).

Transfusiones sanguíneas, donante universal y receptor universal

Cabe destacar (para evitar confusiones) que, el hecho de que el grupo sanguíneo O sea donante universal y el grupo AB receptor universal, se debe a que, antes de transfundir la sangre, los glóbulos rojos se separan del plasma. De no ser así, los anticuerpos de la sangre donada atacarían a los eritrocitos de la sangre anfitriona. O sea que lo que se transfunde son los glóbulos rojos con sus correspondientes antígenos, no el plasma y sus anticuerpos.

Para asegurarme de que el concepto ha quedado claro, incidiré un poco más en esta cuestión concreta.

El grupo sanguíneo AB es receptor universal porque contiene los dos antígenos que reconocen las células como “amigas” y ningún soldadito que las ataque. O sea que da igual que los glóbulos rojos transfundidos tengan antígenos A, B, o ninguno. Todos serán bienvenidos (más majo él 😊).

El grupo sanguíneo O es donante universal porque no contiene ningún antígeno que alerte a los anticuerpos de la sangre anfitriona. Sin embargo, el grupo O sólo puede recibir glóbulos rojos de su mismo grupo porque, al no disponer de “marcadores de la amistad” (antígenos) que sus anticuerpos puedan reconocer, éstos identifican a los eritrocitos de los grupos A, B y AB como enemigos y los atacan sin piedad (poco amistoso este grupo 😕).

Es importante notar que el sistema ABO contiene otros antígenos que habitualmente no se mencionan por no causar incompatibilidades entre los cuatro grupos mayoritarios. A causa de uno de ellos (el antígeno H), existe un quinto grupo sanguíneo extremadamente raro, llamado fenotipo Bombay, del que aquí no hablaremos para no andarnos por las ramas.

Factor Rhesus: Diferencias entre Rh positivo y Rh negativo

Una vez claras las diferencias del sistema ABO, pasemos al factor Rhesus o factor Rh, que genera una nueva capa de compatibilidad/incompatibilidad muy similar a la que acabamos de explicar.

  • Factor Rh positivo: De nuevo, nos encontramos una sangre más bien amistosa, que dispone de un marcador llamado antígeno D, que identifica a la célula como “amiga”, y ningún anticuerpo que quiera atacarla.
  • Factor Rh negativo: Y una sangre belicosa, sin antígenos que firmen la paz y con una tropa de anticuerpos dispuestos a atacar a las células marcadas con el antígeno D.
Por el motivo que ya hemos explicado en el sistema ABO, esto hará que los Rh+ puedan donar sangre sólo a los de su mismo grupo, y los Rh- puedan donar sangre a los dos grupos por igual.

Al igual que el sistema ABO, el factor Rh cuenta con otros tipos de antígenos que no se suelen mencionar por no causar incompatibilidades entre estos dos grupos mayoritarios, pero que en raras ocasiones pueden desencadenar otras peculiaridades en la sangre, como el síndrome del Rh nulo.

Una vez entendidas las diferencias entre los diferentes grupos sanguíneos y el Rh positivo y negativo, llega el momento de saber cómo los heredamos genéticamente. Nos vemos en la parte 2, donde conoceremos los mecanismos de heredabilidad de cada uno de ellos y las probabilidades que existen de heredar unos u otros.

Leer parte 2


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